Después de 9 años de amor y lucha, nos casamos en Mayo teniendo presente la idea de intentar en un período muy breve ser por fin madres.

lunes, 26 de julio de 2010

Su formación paso a paso

- En la primera semana el huevo, producto de la fecundación, viaja hacia el útero mientras la célula sufre varias multiplicaciones.
- En la segunda semana se produce la nidación entre el 6º ó 7º día y el 12º.El huevo mediante este proceso se implanta en la mucosa del útero. Las células siguen multiplicándose y diferenciándose. Las del centro crecen y forman el “disco embrionario” que dará lugar al embrión. El diámetro del huevo es de un milímetro aproximadamente.
- En la tercera semana aparece el esbozo de vasos sanguíneos y de células sexuales además comienza a formarse la placenta.
- En la cuarta semana se detectan los primeros latidos cardíacos. El embrión tiene forma de judía, se detectan unas yemas que darán lugar a los miembros y los diferentes órganos comienzan a desarrollarse. El embrión flota en la cavidad amniótica, su tamaño aproximado es de 5 milímetros y se une por la parte externa gracias al cordón umbilical que se está formando.
- En la quinta o sexta semana de embarazo (1 mes y 2 semanas), el niño o niña, que ya mide un centímetro y medio, se mueve en un ambiente libre de gravedad comienza a rotar y doblar el cuerpo. Hay una formación incipiente de los dientes, el corazón ha crecido con rapidez y comienza el esbozo de las cuatro cavidades cardíacas. Se desarrolla el estómago, el intestino, el aparato urinario y el páncreas. Cuando se ve el embrión de espaldas, se distingue la médula espinal.
- En la octava semana (2 meses), mueve la cabeza, los brazos y el tronco. Expresa lo que le agrada y desagrada con movimientos corporales primitivos: dando patadas, sacudiéndose, alejándose de la zona donde se presiona el vientre, etc. Se individualizan los dedos de la mano y el pie, también los diversos segmentos de los miembros. Comienza la formación de glándulas sexuales, se constituyen los músculos, los nervios y la médula ósea.
- A las 11 semanas (2 meses y 3 semanas), se detectan conexiones neuronales. También se observa que comienza a mover las paredes del pecho, como si estuviese respirando. No hay intercambio de gases, pero estos movimientos son necesarios para el desarrollo del pulmón y del diafragma. El niño intrauterino empieza a succionar el dedo, actividad que repite hasta el momento de nacer y que le ayuda a desarrollar los músculos que serán necesarios para alimentarse fuera del útero. El hígado se ha desarrollado mucho, aparecen los riñones y el niño o niña ya vierte orina en el líquido amniótico. Los brazos y piernas van alargándose, la cabeza se endereza y el rostro está más definido con los ojos centrados y cubiertos por los párpados.
- En la semana 12 (3 meses), el niño o niña traga líquido amniótico regularmente en cantidades pequeñas. Una parte va a sus pulmones y el resto al tubo digestivo. Con esta actividad practica el acto de tragar y, cuando nazca, podrá coordinar la succión y la deglución. El sabor amargo del fluido amniótico estimula la sensibilidad de las papilas gustativas que estarán formadas en la semana 20. Aparecen los primeros huesos y se diferencian los órganos sexuales, aunque aún no sean visibles en la ecografía.
- A partir de la semana 16 (4 meses), se ha demostrado que el niño o niña es sensible a la luz. Si se coloca una luz muy intensa junto al abdomen de la madre, gira hacia un lugar del útero intentando protegerse de la luz. Aunque sea sensible a la luz, la visión del niño o niña intrauterino se desarrolla con más lentitud que otros sentidos porque, aunque el útero no está totalmente oscuro, no dispone de muchas imágenes estimulantes.
- En la semana 20 ó 24 (5 ó 6 meses), el niño o niña es tan sensible al tacto como 12 meses después de nacer, los nervios encargados de este sentido se forman en este período y el cerebro fetal responde al tacto en la semana 25 ó 26. Las manos ya están formadas igual que los receptores de la sensibilidad cutánea de los dedos permitiendo la estimulación del sentido del tacto. Se ha comprobado que a los 4 meses, cuando el feto toca el cordón umbilical con sus manos, reacciona alejándose de esa zona, en el quinto mes ya no se aleja de lo que toca con las manos o con los pies.
Durante la primera mitad de embarazo, por su tamaño, el niño o niña flota libremente en el líquido amniótico. Este movimiento produce estimulación, entre otros, para el sentido del tacto. La madre primeriza siente como se mueve con frecuencia. En el extremo de los dedos ya hay huellas digitales y uñas, la piel (que aún no contiene grasa) está arrugada y su color es menos rojizo que en períodos anteriores. Los órganos sexuales ya está diferenciándose y en los varones pueden verse con claridad.
- A partir de la semana 24 (6 meses), podemos asegurar que el niño o niña intrauterino oye bastante bien. Aunque el nervio encargado del oído fetal no se termina de formar hasta la semana 28, hay indicios de respuesta del cerebro del niño o niña en este período. El abdomen y el útero de una mujer embarazada son lugares muy ruidosos; el fluido amniótico, como el agua, conduce el sonido de manera que el niño o niña escucha ruidos digestivos como el tragar, pulsaciones de la circulación sanguínea, etc. Uno de los sonidos que domina su mundo es el latido rítmico del corazón, lo escucha aproximadamente entre 72 y 84 decibelios (una conversación normal se mantiene a 65 decibelios más o menos). El niño o niña percibe, pero no distingue los sonidos. Sin embargo la voz de su madre la distingue de todo lo demás, a pesar de la amortiguación producida por los órganos y tejidos le llega a 84 decibelios y responde a ella. También responde a otras voces con las que se familiariza como la del padre o los hermanos o hermanas y otros sonidos ocasionales aunque le lleguen más amortiguados.
Los movimientos cotidianos de la madre: sentarse, caminar, inclinarse, acostarse, etc., hacen que el saco amniótico se meza, incluso las respiraciones de la madre producen ondas suaves en el líquido. Cuando la mujer embarazada acaricia su abdomen o hace ejercicio, especialmente con música y ritmo, su actividad produce estimulación de sonido y movimiento. El crecimiento del niño le hace entrar en contacto constante con la pared del útero, estimulando su sentido del tacto.
- En el séptimo mes los movimientos similares a la respiración son más ordenados. El estómago y el intestino funcionan muy bien y los riñones están casi preparados para la vida fuera del útero.
- A lo largo del octavo mes el niño o niña va adquiriendo la posición definitiva para el parto, en la mayoría de los casos, la cabeza hacia abajo y las nalgas arriba. Los huesos se alargan y ensanchan. Una capa protectora llamada vérnix caseosa cubre su piel y desaparecerá parcialmente antes del nacimiento.
- En el noveno mes el niño o niña se dedica a fortalecerse, crecer y ganar peso. Apenas puede moverse, pesa alrededor de 3 kilos y mide unos 50 centímetros. Su cráneo no está del todo osificado, las dos fontanelas no se cerrarán hasta algunos meses después de nacer. Su vida in útero ya no es tan cómoda y toma la decisión de nacer.

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